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fotografía: sebastian kunold
TACHO UTRERA LAUDERO

En el sur del estado de Veracruz existe un género musical tradicional llamado son jarocho y fandango. Hay una gran variedad de instrumentos que participan en el fandango (fiesta alrededor de una tarima en la que se tocan jaranas y guitarras de son de diferentes tamaños) ofreciendo así una diversidad de sonidos.

Los instrumentos de cuerda van desde la leona, (guitarra de cuatro cuerdas comparable al bajo),la guitarra de son o requinto que lleva la melodía y las jaranas de distintos tamaños y encordaduras que acompañan y enriquecen al fandango. Además se usa una tarima que sirve de instrumento percutivo.
















fotografía: sebastian kunold


TALLER

El taller de Tacho se estableció en 1993 en la comunidad rural de El Hato, en Los Tuxtlas, región tropical donde nacen las maderas preciosas tales como el cedro, el chagane, la caoba, el súchil y el nacaxtle que se utilizan en la fabricación de estos instrumentos.

Su técnica tradicional de escarbado aprendida de sus antecesores y maestros de la región, ha sido perfeccionada a lo largo de su trayectoria como laudero. Además de ser un músico experimentado, ha estudiado los diferentes sonidos, técnicas y secretos de este arte, logrando el reconocimiento de maestros y músicos nacionales e internacionales para desarrollar y perfeccionar la fabricación manual de sus instrumentos.

Cada instrumento es una pieza única, fabricada artesanalmente, razón por la cual es imposible duplicar una pieza en diseño y sonido.

La construcción de sus instrumentos reúne elementos tradicionales ancestrales tales como: selección de maderas finas, el corte de éstas en luna de cuarto menguante, el secado natural de los tablones, el escarbado sobre una sola pieza y el acabado donde se emplea goma laca.

Existen diversos tamaños de jaranas y guitarras de son, pero los principales que se tocan en un fandango son: leona, guitarra de son, jarana tercera, jarana segunda, jarana primera y mosquito.

Todas ellas pueden variar en forma y tamaño, dependiendo del grueso y del tamaño del tablón, para aprovechar mejor la madera. Por lo tanto, es posible que haya variación de tamaños y alturas dentro de una misma talla de jarana o guitarra de son.

El instrumento es de una sola pieza escarbado. Puede ser de madera de cedro, caoba o nacaxtle; su tapa puede ser de pinabeto o de cedro y su diapasón, puente y clavijas suelen ser de maderas duras como chagane ( madera tropical de Los Tuxtlas), bocote, granadillo, o palo de rosa.

Las clavijas son hechas a mano con técnica tradicional de rimado cónico.
El acabado final es un ligero barniz transparente que protege a la madera sin restarle sonido. A una parte de la tapa se le aplica mica autoadherible transparente con la finalidad de protegerla.

El instrumento está habilitado con 2 taquetes para sujetar un cordón y poderlo colgar del hombro para su ejecución.

Una variación del trabajo de Tacho Utrera es la fabricación de jaranas barrocas, que distintos músicos europeos ( Andrew Lawrence King, Isabelle Villey), norteamericanos ( Pat O’ Brien, Andrew MacGinley) y mexicanos ( Eloy Cruz, Antonio Corona, Javier Hinojosa) le han pedido, siendo comparables en calidad de sonido con las guitarras barrocas europeas.

Además de fabricar jaranas y guitarras de son, Tacho hace marimboles y cajones de tapeo, instrumentos que se han incorporado últimamente al son jarocho.





















fotografía: rodrigo vázquez